Te explicamos todo lo que necesitas saber sobre este modelo innovador para adquirir tu próxima residencia vacacional.
Las “Residencias de co-dueños” o “Propiedades fraccionadas” es la forma innovadora más reciente de compartir un bien inmueble sin sufrir de las complicaciones por las que uno puede llegar a pasar al comprar una propiedad completa por su cuenta.
Su creciente popularidad se la podemos atribuir principalmente a la economía colaborativa, te lo ponemos de esta forma: seguro estás familiarizado con los famosos “co-workings”, los viajes compartidos en los servicios de movilidad o tal vez hayas escuchado hablar de los préstamos entre pares, es más… cuando vas a una cena con tus amistades al final se dividen el gasto entre todos los que consumieron aunque sea todo en una misma cuenta, ¿cierto? A grandes rasgos es así como funcionan las residencias de co-dueños.
En el modelo de residencias de co-dueños se dividen los costos de un activo, como puede ser una casa vacacional de lujo en Acapulco, y solo pagas por la porción que planeas usar, que para una casa vacacional equivaldría a la cantidad de semanas al año que se ocupará la propiedad. Una vez que realizas los trámites, esa parte de dicha propiedad se convierte en tuya para disfrutarla.
Pero, ¡OJO AQUÍ! Esto no es igual a tiempos compartidos como uno podría pensar, haz clic aquí para ver sus principales diferencias.
Adquirir una residencia vacacional de co-dueños es ideal para compradores que no quieren poseer una propiedad en su totalidad simplemente porque no la usarían lo suficiente para justificar el costo. Y aunque seguramente puedes permitirte comprar una casa de verano de alta gama, tal vez no tendría sentido si solo quieres pasar con tu familia un número limitado de semanas al año, principalmente si es para uso vacacional.
Consideraciones a tomar en cuenta
El hecho de que este nuevo modelo de adquisición de inmuebles ya esté puesto en marcha aquí en México, permite impulsar el crecimiento en todo el mercado y se redefine el concepto de bienes raíces. Cada vez va tomando mucho más fuerza y popularidad entre el mercado, por lo que de entrada es muy importante siempre que vayas a adquirir una residencia de co-dueños revisar los términos y condiciones del contrato en el que se basa el modelo.
En Ancana se celebra un contrato a través de un fideicomiso en donde al comprar una fracción el dueño se convierte en dueño legítimo de la propiedad en base a la cantidad de fracciones que haya adquirido y como en cualquier otra compraventa de inmuebles, el costo de legales, notariales e impuestos se sumará al total del precio de la fracción, normalmente varía entre el 5% y 8%. De esta manera cada propietario tendrá uso y goce de las semanas que le corresponden sin depender de los demás copropietarios.
¿Pero qué hay del mantenimiento?
Usualmente, en este modelo de propiedad fraccionada, la gestión del inmueble es manejado por una empresa que se encarga de la administración, contabilidad y manejo de uso por cada propietario; a diferencia de comprar una casa por tu propia cuenta, dónde tú mismo tendrías que hacerte cargo de todos los gastos administrativos, limpieza y gestión en general.
En Ancana remodelamos, amueblamos, administramos, mantenemos y limpiamos tu propiedad, por lo que solo te preocuparías por llegar a tu destino y disfrutar de la increíble experiencia, garantizamos una experiencia llave en mano para todos los propietarios; incluso podemos comprar el supermercado de antemano si es requerido. En general los costos de mantenimiento pasan directamente a los copropietarios y se dividen en partes iguales.
Papeleo y legalidades
Por cada propiedad fraccionada se realiza un documento donde se detallan todos los derechos de los co-dueños
(que llegan a cubrir asignaciones de uso, alquileres y re-ventas) y obligaciones (que cubren asignación de costos, estructura de cuotas, reglas, reparaciones y mantenimiento). Para que así desde un principio haya un acuerdo conciso sobre las reglas de uso de cada propiedad.
Además… ¿Sabía que un extranjero puede comprar una propiedad y ni siquiera necesita la residencia temporal? En México se había prohibido previamente a los extranjeros poseer propiedades dentro de las “zonas restringidas”, que básicamente cualquier propiedad ubicada dentro de los 50 km de la costa y 100 km de la frontera. La única forma en la que un extranjero puede poseer una propiedad dentro de estas zonas es a través de un fideicomiso.
Tener la propiedad en un fideicomiso le permite al banco ser el administrador y es otra capa de protección para los co-dueños. Afortunadamente, no tendrás que pasar por todo el proceso de formación de un fideicomiso, ya que con Ancana evitas este inconveniente papeleo.
Tener una casa vacacional nunca fue tan fácil.